Autor: Luis R. Orozco, LCSW –
La noción de bienestar hace referencia al conjunto de aquellas cosas que se necesitan para vivir bien. Como tal, el término hace hincapié a un estado de la persona humana en el que se le hace posible el buen funcionamiento en toda su esencia. Es por este motivo que el bienestar es algo que la gran mayoría de seres humanos buscamos.
Erróneamente muchas personas atribuyen el bienestar a un solo factor como el dinero o como la salud física. Esto causa muchos problemas puesto que hace que la persona ponga toda su energía en un solo aspecto de su vida, robándole atención a otros aspectos importantes que son esenciales para una vida plena.
Para poder alcanzar el bienestar es importante incluir 8 dimensiones en nuestra vida diaria. Estas dimensiones han sido altamente estudiadas por varias organizaciones académicas para comprobar su efectividad.
Las 8 dimensiones del bienestar son:
La Dimensión Emocional: La salud emocional nos ayuda a manejar nuestras emociones apropiadamente, al igual que nos permite manejar el estrés de la vida diaria de una manera positiva y productiva. También nos ayuda a relacionarnos sanamente con las personas que están a nuestro alrededor. Esta dimensión se desarrolla por medio de una mentalidad positiva y una relación sana con los demás.
La Dimensión Espiritual: El cultivar una sana espiritualidad donde fomentamos el amor a Dios, a la justicia social y a la naturaleza es un acto con beneficios abundantes. Nos ayuda a darle prioridad a las cosas significantes de esta vida y encontrar propósito a lo que hacemos. También nos permite encontrar una paz en medio de un mundo ruidoso y en constante movimiento. Maneras de cultivar esta dimensión incluyen, la oración, la compasión y la participación en comunidades que promueven conceptos altruistas.
La Dimensión Intelectual: El bienestar intelectual nos ayuda a poder analizar bien las cosas y a poder solucionar problemas de una manera inteligente y práctica. También nos ayuda a reconocer situaciones que pueden ocasionar dificultades en el futuro, dándonos una oportunidad de alejarnos de esas situaciones o de tomar acciones apropiadas para prevenir posibles conflictos. Esta dimensión se fortalece con la lectura, el estudio académico y la practica de los conceptos aprendidos por las experiencias que nos da la vida.
La Dimensión Física: La dimensión fisca es un factor que tiene mucha influencia en nuestra vida. Nos puede ocasionar muchos malestares (físicos o emocionales) o nos puede dar la capacidad para responder adecuadamente a una diversidad de eventos. Por ejemplo, si mantenemos una alimentación sana y hacemos ejercicio nuestro cuerpo tendrá el combustible necesario para mantener niveles de energía saludables y crear un sistema inmunológico que nos ayuda a combatir enfermedades.
La Dimensión Ambiental: La salud ambiental se refiere aquellos aspectos de la salud humana que son determinados por factores ambientales físicos que estimulan y producen harmonía a la persona. Encontrar espacios físicos sanos nos ayuda a sentirnos mejor y nos motivan a tomar decisiones saludables. Por ejemplo, salir a un parque a caminar nos puede ayudar a incrementar la salud física. Otro ejemplo puede ser un templo de oración donde al visitarlo nos produce una tranquilidad interna.
La Dimensión Financiera: La salud financiera se puede definir como un balance positivo entre los ingresos y los egresos (gastos) que permite consolidar una base fuerte y creciente de recursos materiales. Tener acceso a recursos materiales puede incrementar acceso a servicios, lugares o situaciones que puede mejorar nuestro bienestar. Por ejemplo, una persona que padece de una enfermedad delicada puede usar sus recursos financieros para tener acceso a un hospital o a medicinas que pueden curar su enfermedad. La mejor manera de fortalecer esta dimensión es por medio de la buena administración. Esta buena administración se basa en incrementar los ingresos y disminuir los gastos innecesarios.
La Dimensión Ocupacional: La salud ocupacional se refiere a la satisfacción y al enriquecimiento que otorga un empleo o una ocupación. Esto es indispensable para el bienestar porque la salud ocupacional también nos da un sentido de propósito y nos ayuda a adquirir recursos materiales por medio de sueldos o intercambios de recursos. Para mejorar esta dimensión es importante identificar habilidades naturales y desarrollarlas por medio del estudio y la practica.
La Dimensión Social: La salud social se refiere a la salud de una persona en relación con su capacidad de interactuar con los demás y prosperar en entornos sociales. Eso es muy importante porque por medio de estas relaciones podemos incrementar nuestros recursos al igual que podemos satisfacer nuestra naturaleza humana de socializar y compartir momentos agradables con nuestros seres queridos. La dimensión social se puede desarrollar por medio de la comunicación y la comunión con los demás.
Estas ocho dimensiones son la clave para alcanzar el bienestar. El bienestar involucra todos los aspectos de la salud. Para saber más sobre las ocho dimensiones del bienestar, visite la página web http://www.samhsa.gov/wellness-initiative/eight-dimensions-wellness .
