Autor: Luis R. Orozco, LCSW –
La violencia domestica es un patrón de comportamiento en donde una persona abusa a su pareja con el propósito de controlarla/o. Es intencional y recurrente. Usualmente el abuso es físico, psicológico, financiero o sexual.
El abuso físico puede incluir lanzar un objeto, jalar el pelo, pellizcar, quemar, estrangular, golpear, corretear, morder, sacudir, rasguñar y empujar. Las consecuencias pueden ser desde una lesión hasta la muerte.
El abuso psicológico puede incluir intimidación, destrucción de pertenencias, negar necesidades básicas (como comida, ropa y atención medica/dental), amenazas, humillaciones, acusaciones, aislamiento, insultos (pasivos o agresivos), criticas destructivas, burlas, sarcasmos, y castigos que no sean físicos. Este tipo de abuso puede llevar a una persona a desarrollar traumas, trastornos, inseguridades y pensamientos destructivos.
El abuso financiero o económico se caracteriza como un control sobre el acceso a los recursos económicos o actividades que generan recursos (como el empleo y el estudio) con el fin de disminuir la capacidad de la víctima de mantenerse a si misma/o y obligarle a depender financieramente del abusador. Es comúnmente relacionado con el uso ilegal o autorizado de propiedades, dinero u otros artículos de valor.
El abuso sexual se refiere a una acción que obliga a alguien hacer cualquier tipo de acto sexual sin su consentimiento. También puede referirse a un control sobre la actividad sexual bajo el uso de violencia y abuso emocional.
La violencia domestica le puede pasar a cualquier persona independientemente de género, orientación sexual, raza, edad, nivel educativo, nivel socioeconómico y religión. La violencia domestica puede ocurrir en relaciones heterosexuales, homosexuales o bisexuales. Puede pasar en matrimonios, uniones libres o en el noviazgo.
Según la Organización Mundial de la Salud 1 de cada 3 mujeres sufre de algún tipo de abuso físico o sexual. La organización National Coalition Against Domestic Violence (NCADV) encontró que 1 de cada 7 hombres es severamente abusado por su pareja. Otros estudios también han encontrado que en parejas del mismo sexo la violencia domestica ocurre en 1 de cada 3 relaciones.
El sufrir de violencia domestica puede causar diferentes tipos de sentimientos, por ejemplo ansiedad, depresión, confusión, culpabilidad, vergüenza, enojo, soledad y frustración. Estas emociones son respuestas normales del abuso. Si el abuso no se detiene la persona puede desarrollar enfermedades físicas y mentales.
La violencia domestica no solo afecta a las personas que son directamente abusadas. También afecta significativamente a miembros de la familia, amigos, compañeros de trabajo y a la comunidad en general. Los niños que presencian la violencia domestica frecuentemente desarrollan una predisposición a involucrarse ha relaciones abusivas. Por lo tanto, creando una nueva generación de víctimas y abusadores.
Si usted o alguien que conoce sufre de violencia domestica puede llamar al numero gratuito 1 800 799-7233 o puede visitar la pagina thehotline.org para recibir ayuda confidencial y en su idioma.