Autor: Luis R. Orozco, LCSW –

El “duelo” es una reacción natural a una perdida significante. Es un proceso del cual pueden surgir diferentes emociones. Las emociones más comunes son:

  • Tristeza
  • Irritabilidad
  • Miedo
  • Ansiedad
  • Shock
  • Aturdimiento
  • Confusión
  • Soledad

La reconocida psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross describe en su libro Sobre la Muerte y los Moribundos las cinco etapas del duelo. En este libro la Dra. Kübler-Ross habla sobre un proceso por el cual la gente lidia con la tragedia, especialmente cuando es diagnosticada con una enfermedad terminal o cuando alguien sufre de una perdida catastrófica. Las cinco etapas son las siguientes:

Negación – En esta etapa la persona suele pensar cosas como, “Me siento bien… esto no me puede estar pasando a mí.” La negación sirve como una autodefensa temporal para amortiguar el dolor que surge de una perdida.

Ira – En esta etapa muchos se enojan y piensan que la vida no es justa. La persona puede tener conflictos y riñas con las personas a su alrededor. Cualquier individuo en duelo es sujeto a proyectar resentimientos.

Negociación – En la negociación, las personas intentan negociar con Dios su situación. Los comentarios comunes en esta etapa son, “Dios déjame vivir al menos para ver a mis hijos crecer… te prometo que seré una mejor persona.”

Depresión – Durante esta etapa la persona empieza aceptar la perdida y la depresión empieza a invadir su vida. Debido a esto, el individuo puede volverse silencioso, rechazar visitas y pasar mucho tiempo llorando. No es recomendable intentar alegrar a la persona, ya que es un proceso necesario para que la persona puede procesar su duelo y superar su perdida.

Aceptación – La etapa final llega con la paz y la comprensión de que la perdida es inevitable. Los sentimientos y el dolor físico pueden desaparecer. Esta etapa es conocida como el fin de la lucha contra la perdida.

Es importante saber que hay ayuda psicológica para sobrepasar el duelo de una perdida. Un terapeuta puede ayudar a las personas a manejar de forma más productiva los sentimientos que puede venir como resultado de la perdida de algún ser querido. El apoyo psicológico puede ayudar a desarrollar resiliencia y encontrar el bienestar emocional.