Autor: Luis R. Orozco, LCSW –
El discutir es completamente normal y necesario en una relación. Ya que por medio de una discusión se puede transmitir información esencial y se pueden resolver muchos problemas. No obstante, es necesario seguir las siguientes catorce reglas para que la discusión sea sana.
- Las discusiones deben ser para obtener una solución., no para conseguir la victoria.
- El esquema básico de una discusión debe ser:
- Diga lo que le molesta
- Sugiera otras alternativas
- Llegue a una solución
- No puede negarse a discutir. Si algo es importante para una persona en la relación, vale la pena el discutirlo.
- Diga lo que le molesta en forma de petición, no de demanda. Hágala una petición positiva.
- Discuta solo un asunto a la vez.
- Si la discusión es sobre un asunto real, entonces es su obligación el investigar las realidades. Para encontrar estas realidades, verifique la fuente de origen.
- Si la discusión es sobre una opinión, usted debe reconocerlo, y entender que un compromiso es la única solución.
- No tome el papel de psicólogo. No trate de decirle a otros lo que están pensando o porque hacen lo que hacen. No asuma que sabe.
- No trate de leer mentes. ¡Es imposible! Mejor pregunte.
- No tome el papel de arqueólogo, no trate de sacar cosas del pasado. Discuta sus quejas del presente.
- No haga discursos. Exponga sus quejas y dele a la otra persona tiempo de responder. Sea capaz de escuchar.
- Si la otra persona menciona un punto, debe responderle antes de hacer usted un nuevo punto.
- ¡Nada de sobrenombres denigrantes!
- No haga chantajes emocionales. “¡Sí me quieres, no harías esto!”